Este humilde espacio de reflexión siempre estará hermanado con los de Michel y Arturo, mejores narradores que el que suscribe y, desde hace un tiempo, dos nuevos aficionados a la montaña. “¿Y qué beneficios aporta el montañismo?” me pregunto Arturo subiendo la Mira desde la cara sur de Gredos. Pues, afortunadamente, bastantes y muy variados.
Parece lógico que el Montañismo, Trekking, Hiking, Senderismo en alta montaña o el sinónimo de estos sustantivos que quieras usar para referirte a la actividad que engloba andar en altitudes elevadas, en terrenos con amplios desniveles y durante bastantes horas diarias conlleva importantes beneficios a nivel físico, pero no hay que olvidar otro tipo de ventajas.
A nivel psicológico, el Montañismo (usaremos este sustantivo para englobar a todos):
- Eleva la autoestima y la autoconfianza gracias a la obtención o superación de los retos y logros propuestos,
- Mejora la sensación de bienestar. Entre otros factores debido a la producción hormonal durante el prolongado tiempo que dura la actividad.
- Disminuye la ansiedad y el estrés. Las vistas panorámicas desde las cimas, el esfuerzo prolongado, las charlas con los amigos/compañeros son elementos que hacen olvidar los problemas y situaciones habituales generadoras de ansiedad y estrés.
A nivel social, la colaboración en la organización de rutas, en la planificación de la logística y en la preparación de las comidas, así como la superación común y conjunta de retos y cimas desarrollan la cohesión del grupo y la capacidad de cooperación (compañerismo). En alta montaña también se mejora la empatía, debido especialmente a la necesidad de adaptación a las más diversas y variadas situaciones (racionamiento de agua, uso conjunto de alguno útiles, pernoctas en el suelo, en tiendas de campaña…).
Pero es en el plano físico del desarrollo de la personalidad donde el montañismo va a tener sus mayores logros, debido a las adaptaciones que se producen en el organismo. Y es el que el cuerpo es muy inteligente, y cuando recibe un estímulo (subir el Moro Almanzor) y se ve afectado por el mismo (aumento FC, disminución de glucosa, fatiga…), el propio cuerpo se prepara para recibir estímulos similares en un futuro y no verse tan afectado. Es lo que se conoce como supercompensación. Todo viene de la ley de adaptación de Hans Seyle.
Las adaptaciones más relevantes que se producen son algunas de las siguientes:
1. Aumenta el metabolismo basal, que es la cantidad de energía diaria que requiere el cuerpo en estado de reposo para su funcionamiento. Lamentablemente, en la sociedad actual, el metabolismo basal de la población esta reduciéndose por el tipo de vida sedentaria general, así el montañismo es una perfecta manera para aumentar este gasto calórico, y de esta forma, poder comer más o adelgazar.
2. Mejora el metabolismo de las grasas. De las vías que tiene el cuerpo humano para utilizar la energía almacenada, la vía aeróbica es la que más capacidad tiene, a su vez, dentro de esta vía se pueden usar sustratos derivados de los glúcidos, de los lípidos o de las proteínas. Precisamente, el nivel de intensidad medio-bajo de esta actividad física permite utilizar las grasas como sustrato mejorando su proceso (beta-oxidación).
3. Aumenta la capacidad pulmonar del individuo. Durante las largas horas de caminata aumenta la Frecuencia Respiratoria para proveer de más oxígeno a la sangre. Además, cuanta más altitud alcances la Presión Parcial de O2 será menor, dificultando su paso del aire a la sangre. Las adaptaciones que se producen en el aparato respiratorio son un aumento de los volúmenes pulmonares y una mejora del proceso de difusión en los alveolos.
4. Aumenta el hematocrito (porcentaje de glóbulos rojos en la sangre). Esta relacionado con el punto anterior y con las adaptaciones producidas, en este caso en el Aparato Cardiovascular del cuerpo humano, el cual aumenta el número de glóbulos rojos circulante en sangre para poder transportar más oxígeno y poder producir más energía por vía aeróbica. También aumenta el tamaño del corazón a largo plazo provocando una disminución de la Frecuencia Cardíaca en reposo, elemento muy importante a nivel de salud.
5. Mejora el tono muscular, gracias a un continuo trabajo muscular, especialmente de los miembros inferiores: cuádriceps, tríceps sural, isquiotibiales, pero también de músculos que habitualmente tienen menor uso, como el tibial anterior, músculo importante cuando se realizan descensos caminando o corriendo. La mejora del tono muscular es otro de los adalides de la salud, y aunque no lo parezca se consigue mejor con el trabajo de resistencia que con el trabajo de fuerza.
6. Mejora la flexibilidad. Muchos autores consideran la resistencia y la flexibilidad como las capacidades físicas básicas más importantes para la salud. La mejora de la flexibilidad proviene del movimiento y trabajo continuo de muchos músculos de nuestro cuerpo durante la actividad física.
7. Garantiza el equilibrio. Aquí el mejor ejemplo es Miguel Ángel Muriel Hernández, nuestro amigo hace 4 años sufría terribles vértigos cuando miraba desde lo alto de una cumbre, incluso no podía mirar atrás según ascendía; ahora mismo, disfruta de las vistas como el resto de montañeros.
8. Mejora la coordinación dinámica general. Cualquier actividad locomotriz, especialmente correr, ayuda a la mejora de este subtipo de coordinación, pero andar durante tanto tiempo y en situaciones tan diferentes (cansancio, terrenos pedregosos, terrenos resbaladizos, rocas…) hacen que sea una de las actividades más recomendadas para la mejora de la coordinación dinámica general.
9. Relajación. Sobre este tema podría hacer prácticamente una entrada diferente. Quién ha realizado actividades en el medio natural, especialmente si tienen un componente físico activo valora la relajación que se logra a través de ellas. No solo es el hecho de apartar los problemas habituales por unas horas, asociado más una relajación mental, sino también existe una relajación inducida por el esfuerzo físico continuado.
10. Incluso, el sistema endocrino u hormonal se ve claramente beneficiado del trabajo de resistencia de larga duración. El funcionamiento hormonal y enzimático durante la actividad física es mayor y, por tanto, va a regularse mejor gracias a las adaptaciones corporales. Como claro ejemplo: drástica reducción del riesgo de diabetes tipoII, ya que la regulación de la concentración de glucosa en sangre entre glucagón e insulina se realiza de una manera mucho más eficaz.
este articulo ha sido mas un cortapega de fisiologia que las experiencias vividas en la montaña. espero que no bajes la intensidad de tus entradas en "reflexiones de un sencillo entrenador"
ResponderEliminarFDO: KEVINKEEGAN
Muy bueno, a ver si profundizas un poquito más en cuanto al aspecto físico.
ResponderEliminarNos leemos.
Gracias Muri! Tengo pendiente uno sobre análisis de sangre para el control de entreno, pero es que sacar tiempo es una utopía!!
ResponderEliminarEres un grande! Y mira que no conocía yo todas estas ventajas, sobre todo, lo que más me llama la atención son las psicológicas, con las cuales no puedo estar más de acuerdo.
ResponderEliminarTe aporta una conexión con la naturaleza única. Sientes que formas parte del mundo, del ecosistema, de la vida en sí misma.
ResponderEliminarArtículo muy completo y recomendable que me permito compartir con mis amigos.
ResponderEliminarEn el punto número 7 dices que garantiza el equilibrio. ¿Podrías explicar en que sentido afecta al sentido del equilibrio el montañismo?
ResponderEliminarAnónimo, perdón por el retraso. El equilibrio dinámico se mejora con actividades donde interviene y entra en juego esta cualidad motriz. Por ejemplo, montando en bicicleta. Caminar en la montaña es muy diferente a caminar por una ciudad, ya que hay factores que dificultan el equilibrio (piedras, desnivel, grietas, apoyos estrechos...). El cuerpo se adapta a estas dificultades (como a cualquier otra) mejorando el equilibrio dinámico. E incluso, el vértigo.
ResponderEliminarUn saludo.