Da la casualidad que cuanto menos entreno, menos ganas
tengo de escribir, pero voy a hacer un
esfuerzo por contar lo sucedido en el Triatlón de Sierra Nevada, que tiene
más de crónica de sucesos que deportiva...
Mi competición en sí no tuvo mucha historia.
Nadé muy suave, primero a pies de uno que iba haciendo “eses”, y a partir de la
primera boya, a pies de Alberto Casillas, que tampoco forzó en exceso. En el
kilómetro que había hasta la t1 me interesaba obtener una renta de tiempo
suficiente para salir con él tras la t1. Y así sucedió, los 20 segundos que le
saqué me los recuperó fácilmente entre transición y el primer kilómetro de subida…Posteriormente,
a relevos (con mayor peso los suyos) hasta adelantar al primero e iniciar el
ascenso a Monachil-Purche. Se me fue desde las primeras rampas, poco a poco, sacándome en la cota 3 minutos. Me tiré
a tumba abierta en el descenso por la buena carretera, posteriormente, se
cruzaba el rio Genil y comenzaban unos kilómetros de sube-baja hasta Güejar Sierra, mitad del segmento
ciclista, allí me cantaron 2 minutos con Alberto. Tenía que acercarme lo máximo
a él, confiaba en llegar a menos de 5 minutos de él a la t2 y tener opciones,
así que decidí hacer rápido el peligroso
descenso que hay entre Güejar Sierra y el inicio del Puerto de Duque
(antigua carretera a Sierra Nevada). Descenso que ya había realizado dos veces
y, que habíamos sido avisados de su peligrosidad.
Ahí acabo la prueba. Y casi mi vida. En una curva de
izquierdas, veo que aparece un coche, la carretera rondará los dos metros de
anchura, está a menos de 15metros, iré entre 60 y 70 kilómetros a la hora. Solo
me da tiempo a pensar que tengo que frenar. De repente me veo volando contra el
suelo y golpeo con la cabeza. Bendito
casco. Me levanto. Estoy vivo.
No me lo creo.
La
conductora va a por la bici que ha caído por el terraplén, ella también se
siente aliviada, aún asustada, la calmo. Estoy sangrando pero parece que no
corro ningún peligro, de hecho no tengo ningún dolor en ese momento. Alucino al
comprobar el bollo que ha hecho el impacto de mi cabeza en la luna delantera
del coche, no me acuerdo de mucho pero
no he perdido la consciencia, qué rápido sucede todo, décimas de segundo que valen decenas de años, o toda una vida.
Se
paran más coches, y la Guardia Civil, llamada de emergencia y larga espera, una
hora, en la cual veo pasar con rabia y tristeza al resto de participantes que,
afortunadamente, podrán terminar el
triatlón. Me pregunta el conductor “¿a qué hospital te llevo?”. Ni idea,
soy de Adeslas. Mientras una pareja muy
amable se encarga de mi bici y mis trastos (casco, bici, zapatillas…), la
ambulancia me lleva al Hospital de la Salud, con lo puesto, que en este caso
significa el mono, hecho trizas. Revisión en el Hospital, sin TAC, porque no
perdí la conciencia, me dan un pantalón (debía dar pena), limpieza de heridas,
dolor, radiografía de cadera derecha, todo en su sitio. Estas listo. Luego otra historia y mucha descoordinación hasta
volver a Sierra Nevada. Pero esa ya es otra historia. Como la gran semana que
he pasado en Sierra Nevada, poca carga de entrenamiento, pero gran semana.
El triatlón es una maravilla, precioso pantano,
original t1, y recorrido ciclista
inigualable, aunque aumentaría la seguridad con el tráfico cerrado en
algunas partes del circuito o con más motoristas para el recorrido ciclista. También
sería adecuado marcar más claramente la presencia de ciclistas realizando una
prueba deportiva. La carrera (reconocí el circuito durante la semana), otra
pasada, mucho más mental que física.
Como dijo Luis Rin, Sierra
Nevada 1 – Alberto Bravo 0. Pero no quedará así. Volveré, y si me estoy jugando la carrera no dudaré en los descensos,
es lo que me gusta, no vivo del triatlón,
pero de otra manera no disfrutaría en competición.
Pd- Busco bicicleta de
carretera para próximas competiciones, ya que la pobre Mendiz casi ha quedado
para el desguace.
Pd2 – La guardia Civil de
Tráfico de Granada no me quiere dar el teléfono de la mujer para hablar con
ella. Me gustaría conseguirlo.
Pd3 - Estoy a la espera de alguna foto que hay tras el accidente.
Ya tienes dos fechas que celebrar: tu cumpleaños y la del accidente....¡a recuperarse crack!
ResponderEliminaranimo alber tio, a recuperarse y sierra nevada no podrá contigo
ResponderEliminarespero verte pronto
un abrazo